Tras dos hijos, y transitar por mis sombras, mi relación de pareja se convirtió en una relación de companyeros de piso con dos hijos en común. Iliana fue capaz de ayudar a encontrar una comunicación en ambas direcciones con su escucha activa y empatía. Las sesiones eran un bálsamo para nuestra convivencia, y nos arrojaban luz a nuestras peores sombras, por ser un espacio en el que ambos nos sentíamos escuchados sin juicios. Nos aportó herramientas para mejorar nuestra comunicación y nos invitó a relacionarnos desde otro lugar, mucho más honesto.
Isabel