La llegada de mi segundo hijo ha traído consigo muchos desafíos inesperados e indeseados. He tenido momentos muy difíciles y me he visto superada por ellos hasta el punto de ver claramente la necesidad de ayuda externa. Alguien de fuera de mi entorno, que escuchara sin juzgar y me ayudara a poner orden en mis pensamientos y sentimientos. Y eso fue lo que hizo… desde la primera sesión ya noté un gran alivio, pues me devolvió una imagen de mi y de mi relación con mi hijo limpia y objetiva, marcando el inicio de un bonito cambio que no tardó en llegar. Gracias Iliana!
Lorenza